martes, 17 de noviembre de 2009

EL GRAN TEATRO DE OKLAHOMA

DE MARCOS FRANCIOSI 22/10/2009
SE ESTRENA EN EL TEATRO ARGENTINO LA ÓPERA EXPERIMENTAL EL GRAN TEATRO DE OKLAHOMA, DE MARCOS FRANCIOSI, COMPUESTA POR ENCARGO DEL TACEC
El Centro de Experimentación y Creación del Teatro Argentino de La Plata (TACEC), dependiente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, proseguirá su temporada inaugural con la presentación en su nueva sala, con acceso por 10 y 53, el jueves 22 y viernes 23 de octubre, a las 21, el sábado 24, a las 18.30 y el domingo 25, a las 20, de la ópera experimental "El Gran Teatro de Oklahoma", de Marcos Franciosi.
Se trata de una obra escrita por encargo del TACEC y definida por su autor como ópera experimental para 7 voces, 9 instrumentistas y dispositivo electrónico. El libreto está basado en una adaptación de Diego Cosin del capítulo homónimo de la novela América, de Franz Kafka.
La dirección musical estará a cargo de Valeria Martinelli, la puesta en escena de Diego Cosin, la escenografía de Fabián Nonino, el vestuario de Joanna Nogueira Yankelevic y el dispositivo electrónico de Yamil Burguener. Intervendrán el Ensamble Vocal Nonsense (formado por las sopranos Nadia Szachniuk y Lucía Lallanne, la contralto Evangelina Bidart, el tenor Martín Díaz, los barítonos Juan Francisco Ramírez y Alejandro Spies y el bajo Javier Lezcano) y el Ensamble Instrumental Süden (integrado por Juliana Moreno y Sergio Catalán, flautas, Federico Landaburu, clarinete, Carlos Britez , violín, Mariano Malamud, viola, Martín Devoto, violoncello, Facundo Ordóñez, contrabajo, Diego Ruiz, sintetizador, y Bruno Lobianco, percusión).
Las entradas generales tendrán un valor de $ 5. Podrán adquirirse en las boleterías del Teatro, de martes a domingos, de 10 a 20, o a través de Ticketek, a los teléfonos 4477200 (La Plata) y 52377200 (Capital Federal). El público puede obtener mayor información comunicándose al Tel. 0800-666-5151.
LAS PESADILLAS KAFKIANAS TRASPUESTAS AL LENGUAJE DE LA ÓPERA
Con el estreno de El Gran Teatro de Oklahoma se cumple uno de los objetivos que motivaron la creación del TACEC: brindar la posibilidad a compositores, autores y directores que generalmente desarrollas sus carreras artísticas en los márgenes del sistema cultural, de experimentar en la creación de un género tan complejo y apasionante como el lírico. Son escasísimas las producciones de ópera contemporánea que circulan por nuestro país, que está paradójicamente repleto de creadores, estudiantes y público que esperan saber con curiosidad qué existe de nuevo también en este campo.
Según explica el compositor Marcos Franciosi, la obra "busca dar cuenta de la lógica de las pesadillas kafkianas recreando una atmósfera de incertidumbre en la que los personajes se debaten entre la realidad y la ensoñación. Sigue el curso narrativo que es propio de la novela pero enfatiza los aspectos psicológicos y trata de aprovechar la riqueza de metáforas que surge de la misma escritura de Kafka. Insistiendo en algunos de los pasajes del texto pretende que la psicología de los personajes se configure sobre una temporalidad mixta, entre la fugacidad del instante y el transcurso de un tiempo inexorable. La adaptación del original literario se basó en los diálogos y dio como resultado una estructura dramática fundamentalmente teatral. La traslación de ese texto a la música derivó en un desdibujamiento del diálogo real y en una acentuación del monólogo interno de cada uno de los personajes, induciéndolos a un continuo cambio de posturas físicas, psíquicas y propiamente musicales". Añade Franciosi que "la partitura está basada en la lógica del objeto encontrado, un concepto que permite reflexionar y cuestionarse por la sobreestimación de ciertos materiales sonoros que es habitual en la música. Concretamente se trata de utilizar objetos de la vida cotidiana que han sido elegidos por sus cualidades sónicas y expresivas. Esos objetos (bocinas de auto, de bicicleta, fanales de vidrio, mangueras corrugadas, megáfonos...) actúan, por un lado, como detonadores de impulsos acústicos -armónicos, melódicos, espectrales, espaciales o rítmicos- que son tomados por las voces e instrumentos. Por otro lado, estos elementos se convierten en puntos de referencia para la percepción, inducen a la identificación más o menos concreta con objetos de la vida cotidiana y los resignifican desde lo sonoro. Incluir estos elementos más allá de los fines con los que fueron originalmente concebidos, supone un forzamiento del plano vocal e instrumental y constituye una apuesta estética de riesgo. Para lograr una integración real de todos los factores intervinientes, mi labor de composición fue siempre paralela al trabajo de dramaturgia y puesta en escena".